El informe Pisa sobre finanzas no deja margen ni para la duda, ni para la interpretación. Nos queda un enorme camino por recorrer, en todo lo relativo a la educación económica y financiera, pero no sólo de los adolescentes, sino también de los adultos y los niños.
La buena noticia, que deja intacta la esperanza de mejora para el futuro, es la realidad de la gran concienciación social por mejorar. De ahí que se tenga muy en cuenta los resultados del informe Pisa sobre finanzas, así como el debate abierto, de cómo actuar, para mejorar los resultados en próximas ediciones.
Que nadie piense que puede excluirse de la realidad social que vivimos y de la necesidad de hacer algo por mejorar los conocimientos sobre economía y finanzas. En un proceso más ambicioso y de medio plazo, también buscamos que el emprendimiento ayude a crear puestos de trabajo, cambiando la mentalidad imperante desde hace décadas, en la que un salario pagado por la administración pública, era el gran sueño de la mayoría de los ciudadanos.
Para la consecución de estos necesarios cambios y progresos, lo primero que tendremos que hacer, es armarnos de paciencia. Estos conocimientos no se adquieren de la noche al día, sino que llevan años de estudio y de puesta en práctica efectiva, que es como realmente son útiles para la sociedad, además de para quienes lo hacen de forma sistemática.
La implementación de forma eficiente en el sistema educativo requiere de la participación de todos los profesores, con independencia de que impartan clases de matemáticas, lengua, filosofía, economía, literatura, pintura, ética o religión. La economía y las finanzas son materias transversales que están la vida diaria de todos nosotros, incluidos los niños y los jóvenes. Su puede enseñar de forma práctica, amena y útil, desde cualquier asignatura o competencia.
Con ello conseguiremos llegar a los niños desde edades tempranas, para que vayan asimilando los conceptos poco a poco, de manera que cuando lleguen a su etapa de adultos, serán capaces de gestionar los recursos, tanto en su vida privada, como profesional, de forma eficiente. Otro logro realmente importante, a través del sistema educativo, será el llegar a todos los niños, independientemente del nivel socioeconómico de su familia, lo que sin duda será un bien social de gran magnitud. El informe Pisa pone de manifiesto, que los niños que más saben, son los que están en niveles socioeconómicos mejores. La manera de equilibrar esta realidad, pasa por el sistema educativo comprometido con la tarea de la educación económica y financiera básica, desde edades tempranas.
La familia tiene también un papel determinante, para conseguir el objetivo común de salir del analfabetismo financiero. Hablar abiertamente en la familia sobre estas cuestiones, que ayuden a mejorar y afianzar los conocimientos, así como ponerlos en práctica, resulta decisivo. Todos sabemos lo mucho que influye lo que pasa en la familia, de ahí que la responsabilidad de los padres sea tan importante, lo que marcará una enorme diferencia en el futuro, entre aquellos niños y jóvenes que hayan vivido en ambientes con economías bien planificadas, de los que no sea así.
Todos los colectivos, asociaciones, o entidades socialmente comprometidas, pueden incluir entre sus actividades, algunas que ayuden a la mejora de la educación económica y financiera. ¿Cómo vamos a enseñar a los niños y jóvenes, si la gran mayoría de los adultos tampoco pasarían el examen de Pisa?
Todo esto nos lleva a la conclusión de que el reto es doblemente complejo. Estamos ante la necesidad de formar a los padres, los profesores y adultos en general, para que a su vez, esta formación se vaya extendiendo y capilarizando en toda la sociedad.
El camino ya se ha comenzado, que es lo más difícil, ahora nos toca seguir trabajando mucho y bien, de forma incansable, para que los frutos los vean las próximas generaciones. Sin duda un acto de generosidad por nuestra parte, que nos llenará de enorme satisfacción y esperanza.
María Jesus Soto
Presidenta Fundación María Jesús Soto