«¿Quién pagará la próxima ronda?»
Con motivo del Día de la Educación Financiera, un año más queremos reforzar la convicción de la necesidad, cada día más imperiosa, de que los ciudadanos sepan de economía desde niños.
En estos últimos meses, hemos visto a los líderes económicos europeos especialmente preocupados por las pensiones del futuro, así como por la generación de recursos para las familias a través del mercado de capitales. Los responsables económicos se han percatado de que hay miles de millones de euros ociosos, en cuentas corrientes o depósitos, con remuneraciones que ni superan la inflación, lo que supone un daño enorme para las economías domésticas y para la economía en general.
El último en hacerse eco del problema ha sido el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, que se está planteando subsidiar a los niños entre 6 y 18 años con 10 euros al mes para incentivar los planes de ahorro privado desde edades tempranas, para que se inviertan en un fondo de inversión que no se pueda sacar hasta la jubilación. En palabras textuales del canciller: “queremos que la próxima generación se familiarice con los mercados de capitales desde el principio”. Con ello, pretende aliviar el grave problema que tienen con las pensiones futuras, como sucede en muchos países de Europa, incluida España.
Una encuesta realizada entre los jóvenes europeos, en la que se preguntaba por el número de años que esperan trabajar hasta jubilarse, revela que los españoles son de los que menos creen que van a trabajar. Los españoles esperan que su vida laboral sea de 36 años y medio, mientras que los de Países Bajos estiman que será de unos 44. La media de la Unión Europea se sitúa en 37,2. Cinco años de subida en dos décadas. La afirmación de que tendrán que trabajar más años de los que esperan hacerlo es una realidad, la duda está en saber cuánto van a percibir porque, claramente, no va a ser una pensión suficiente para mantener su nivel de vida, salvo que se complemente con ahorro privado. De ahí que los expertos incidan cada vez más en la necesidad de apoyar el ahorro privado que, llevado al mercado de capitales, mejore la exigua pensión que recibirán en el futuro.
La educación financiera desde niños, para adquirir hábitos de ahorro continuo y gasto responsable, así como la educación para el esfuerzo, el trabajo productivo y la responsabilidad, será lo que ayude a la generación de jóvenes actual, y a las futuras, a enfrentarse a los exigentes retos económicos y financieros del mañana.
Los elevados costes sociales que asumen las cuentas públicas, la enorme deuda contraída y la caída de la productividad, con políticas que desincentivan el trabajo intenso y la productividad, hacen que la sociedad española sea muy vulnerable. La realidad, en cifras, nos indica cómo aumenta la pobreza infantil, un síntoma inequívoco del fracaso de las políticas económicas de los últimos años, la situación precaria de la vivienda, la alta tasa de paro, o las subidas de impuestos a niveles confiscatorios.
En años venideros, la próxima ronda a pagar será la que deba hacer frente a la deuda contraída y a las pensiones actuales y las futuras, que irán aumentando sustancialmente. Quienes tendrán que pagarla serán los jóvenes de hoy, que no están siendo preparados para ello porque, en muchos lugares dentro de nuestras fronteras, el sistema educativo relega la educación económico-financiera a mínimos, en lugar de afianzarla como uno de sus pilares centrales.
Queda tanto trabajo por hacer en este campo, que cualquier iniciativa privada o pública debería ir enfocada a conseguir esa mejora, permitiendo cubrir un déficit educativo que, para una generación de jóvenes ya llega tarde, salvo que adquieran esos conocimientos por su cuenta. Hagamos lo posible para mejorar e implementar, al menos en las siguientes generaciones, estos conocimientos. Busquemos su bienestar para que tengan el futuro próspero que se merecen.
María Jesús Soto – Presidenta de la Fundación María Jesús Soto